América Latina: alternativas frente a la crisis / III de V

José C. Valenzuela Feijóo           
Retomemos ahora la cuarta dimensión del cambio estructural, concentrando nuestra atención en América Latina.

Lo primero es identificar lo que aquí, en la región, entra en crisis. La respuesta es clara: la crisis mundial en la región debe expresarse como crisis terminal del patrón neoliberal. Precisemos lo que esto significa y lo que no significa.

Lo de crisis terminal se refiere a la dimensión económica del modelo neoliberal y la entendemos como incapacidad del modelo para generar acumulación y crecimiento. Asimismo, que las posibles funciones históricas que cumplió –que básicamente giran en torno al aumento de la tasa de explotación y la mayor sujeción al capital internacional financiero– ya han sido satisfechas. Más aún, que insistir en ellas resulta dañino para el mismo sistema: hoy, la dinámica del capital, no puede asentarse en el ideario neoliberal.

Lo señalado no significa, necesariamente, que tenga lugar un reemplazo más o menos inmediato del orden neoliberal. Para el caso recordemos el abecé: la economía puede presionar por el cambio pero no lo decide. Este, dada la presión de la economía, pasa a ser resorte de las variables ideológica y política. Si éstas no ayudan a impulsar el cambio, éste no tendrá lugar.

Sentado lo de la crisis terminal del modelo neoliberal, debemos pasar al examen de las posibles rutas de salida, de su contenido y de sus posibilidades históricas. Empezamos enumerando: 1) la que preserva el modelo económico neoliberal o ruta del pantano; 2) la ruta industrializante de corte autoritario–dictatorial, con un probable contenido fascistoide; 3) la ruta de una industrialización de corte nacionalista y democrático burgués; 4) la industrialización de corte democrático popular y socialista. La ruta (1) supone que prosigue el modelo neoliberal. Las rutas (2) y (3) preservan la matriz capitalista pero implican modalidades distintas del capitalismo (entre sí y respecto a la modalidad neoliberal). La vía (2) no altera sustantivamente la relación excedente a producto del modelo neoliberal pero eleva fuertemente la acumulación. La (3) reduce la tasa de plusvalía e intenta elevar la tasa de acumulación. La ruta (4) apunta a ir más allá del capitalismo, debería mejorar fuertemente la distribución del ingreso y también los ritmos de crecimiento.3

3. Valga una precaución elemental: nuestra discusión se mantendrá en un plano bastante general. Por lo mismo, si se pasa al análisis de tal o cual realidad concreta (país o grupo de países) siempre se encontrarán matices, rasgos singulares, etcétera. Es decir, se necesitará ajustar y modificar en tales o cuales puntos el análisis del caso.

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