ASÍ VAMOS… MÉXICO: CRECIMIENTO CON POBREZA

Juan Castaingts Teillery Profesor Investigador UAM-I

Dos noticias que merecen comentario. Primero, la información del INEGI dada la semana pasada sobre un crecimiento anual del 4.5% durante el tercer trimestre del presente año. Segundo, EL FINANCIERO informa ayer miércoles 30 de noviembre que, de toda América Latina, fue en México en donde más creció la pobreza en el período que va del 2008 al 2010 según la CEPAL.
Un buen análisis sobre el reciente crecimiento logrado en México, lo realiza Benito Solís Mendoza en la página de opinión de EL FINANCIERO del martes pasado; a él remito al lector.
Aumento del producto y aumento de la pobreza, yo creo que las dos noticias son correctas y no son contradictorias. Lo que sucede es que seguimos teniendo lo que en muchos “Así Vamos…” hemos denominado como “crecimiento fragmentador”.
Todo crecimiento que genera riqueza suele tener dos caminos a seguir. En el primero, la sociedad crea riqueza, pero lo frutos de la misma tienden a concentrarse en unas cuantas manos, mientras que el resto de la población o bien se queda igual o bien se sumerge en una pobreza más profunda; se trata de un crecimiento que tiene como consecuencia una SOCIEDAD POLARIZADA e incluso, FRAGMENTADA.
En el segundo, el tipo de crecimiento es INTEGRADOR. El capitalismo es un sistema problemático y difícil, pero no es cierto que en éste, el único tipo de crecimiento posible sea el fragmentador, la historia de muchos países e incluso la historia de México en algunos períodos, muestra que el crecimiento integrador no solamente es deseable sino posible. En Alemania, por ejemplo, que es uno de los países más exitosos del mundo contemporáneo, es una viva muestra de un crecimiento integrador. Sin embargo, lo cierto es que la política neoliberal que se ha aplicado en México y en otras partes del mundo sí tiene una muy elevada responsabilidad en la sociedad excluyente, fragmentadora, concentradora de riqueza y generalizadora de la pobreza que hoy padecemos.
Desde mi punto de vista el repunte actual es un fenómeno real y se trata de un repunte con dos características: es fuerte y es muy frágil. Pero el considerar como lo hacen voceros del gobierno que este crecimiento nos saca de problemas, es un mito. Se trata de un mito, ya que el repunte se concibe desde un punto de vista social y económico, como una llave mágica que nos conducirá, tarde o temprano, a la riqueza generalizada y al equilibrio social y, los políticos piensan que riqueza y equilibrio son los instrumentos claves para que ellos se puedan conservar en el poder. El tipo de concepciones e interpretaciones que se tienen sobre el repunte, rebasan el hecho social y se ubican en el imaginario fantástico de la mitología.
Es una falacia, ya que se trata de un argumento que, aunque aparentemente tiene signos de validez, cuando se le trabaja un poco más, se le encuentra totalmente falso. En efecto, hay un repunte, pero esto no significa ni que éste sea sólido ni que la nueva riqueza generada se vaya a distribuir al grueso de la población. El repunte no es sólido porque las fragilidades estructurales que ha tenido la economía desde hace muchos años son persistentes y siguen sin arreglo alguno. Es frágil además, porque el mundo vive en una situación con tendencias al estancamiento y problemas financieros muy graves que nos afectan. Tampoco habrá un reparto de la riqueza; se dice que hay que esperar varios años para que los frutos del repunte lleguen hasta el grueso de la población; esto es una mentira, dadas las características del repunte actual y la política económica aplicada, los frutos de la nueva riqueza producida se concentrarán en unas cuantas manos mientras que el grueso de la población se hundirá cada vez más en la miseria. Sucederá lo mismo que con el crecimiento durante el período salinista: los ricos serán más ricos y los pobres más pobres; se trata de un repunte que tiene las mismas bases que el crecimiento anterior y, por lo tanto, tendrá las mismas consecuencias.
Frente a los mitos y las falacias imperantes, nuestro punto de vista es que el repunte actual no conducirá al equilibrio social y que con las características que tiene actualmente, la sociedad seguirá fragmentándose y la violencia social que nos ha sumergido en la angustia cotidiana al grueso de la población, seguirá su marcha ascendente.
El problema no es la CANTIDAD de crecimiento sino la CALIDAD del mismo. Ante el crecimiento FRAGMENTADOR que impone la política neoliberal, se necesita imponer otro de INTEGRADOR; en muchos artículos hemos señalado propuestas que pueden conducir a este tipo de crecimiento.
castaingts42-juan@yahoo.com.mx

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