FMI: la economía mexicana no se recuperó de la última crisis

 
 
  • La producción es hoy 10% menor a la registrada antes de la recesión, afirma en análisis.
  • El país tiene un desempeño menor que el de AL, región que ya remontó la caída, sostiene
  • La perspectiva de crecimiento sigue estrechamente relacionada con la de Estados Unidos





Washington DC, 11 de abril. La economía mexicana no se ha recuperado de la caída provocada por la última crisis, aseguró el Fondo Monetario Internacional (FMI). La producción en México es hoy 10 por ciento menor a la registrada antes de la recesión, sostuvo. Se trata de un desempeño menor al observado en América Latina, región que, mirada en conjunto, remontó ya la caída, añadió.
En México, Rusia y Turquía la economía se encuentra ahora en un nivel evidentemente inferior al registrado antes de la crisis, expuso. Mucha de la producción perdida, respecto de la tendencia del periodo de 1997 a 2006, se ha esfumado permanentemente, añadió, en un reporte publicado en el contexto de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial, que se realiza aquí esta semana.
La economía de México seguirá este año con un desempeño más modesto que el de otros países de la región. El FMI anticipó que el producto interno bruto (PIB) mexicano crecerá 4.6 por ciento, un avance comparable con el 4.7 por ciento que prevé para la región latinoamericana. En 2011 el mayor incremento se observará en Perú, con 7.5 por ciento, seguido por Argentina, con 6 por ciento.
El pronóstico del FMI para México es mayor en 4 décimas de punto a la revisión que hizo el organismo en enero pasado. Sin embargo, disminuyó en 8 décimas la previsión para 2012, año en que se realizarán elecciones para el cambio de gobierno en el país, y lo situó ahora en 4 por ciento.
Para el Fondo la mejoría en la situación económica de México para este año tiene que ver más con la relación de dependencia que existe con Estados Unidos que con factores relacionados con la demanda interna.
La perspectiva de crecimiento para México continúa estrechamente relacionada con la de Estados Unidos. En línea con una modesta mejoría del pronóstico de crecimiento para la economía de Estados Unidos, se espera ahora que la actividad productiva en 2011 aumente 4.6 por ciento este año, indicó en el Panorama de la economía mundial, el informe semestral del FMI presentado este lunes.
El peso de la crisis
En la mayoría de los países en desarrollo, la situación de la actividad económica medida por el PIB se encuentra arriba del nivel anterior al periodo precrisis, esto es, al observado entre 1997 y 2006, apuntó el reporte. En promedio para este grupo de países el PIB de ahora es 2.5 por ciento, mayor al de antes de la crisis.
La producción en los países en desarrollo de Asia y América Latina es ahora de alrededor de 7 y 2 por ciento, respectivamente, superior al del periodo precrisis. En algunos países el avance ha sido mayor, como en Argentina e Indonesia, donde el PIB supera en 13 y 15 por ciento, en cada caso, al de los años previos a la crisis. En Brasil e India es mayor en 7 por ciento.
México se encuentra en la situación contraria, según los datos publicados en el reporte. Sólo Rusia tiene un registro más bajo, con un PIB que queda 11 puntos abajo del registro previo a la crisis.
En 2009, año en que el colapso de la industria inmobiliaria y del sistema financiero de Estados Unidos llevó a la economía mundial a una recesión, el PIB de México se contrajo 6.1 por ciento, la mayor caída entre las naciones latinoamericanas.
En América Latina la actividad económica creció 6.1 por ciento en 2010 y lo hará 4.7 por ciento en 2011, según pronostica el FMI en el informe publicado este lunes. Uno de los factores que explican el desempeño de la región es el alto precio de las materias primas, de las que es exportadora –tanto de petróleo y minerales, como de alimentos. Vista en conjunto, la situación cambia entre los distintos países.
El pronóstico de crecimiento para países exportadores de materias primas es generalmente positivo, según el FMI, que sitúa en este grupo a Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay. Para este grupo anticipa un crecimiento de 4.8 por ciento este año.
En México –también exportador de materias primas, en este caso de petróleo crudo–, el pronóstico de crecimiento permanece estrechamente relacionado con Estados Unidos, mientras en Centroamérica y Panamá advierte una recuperación relacionada con el aumento de la demanda externa.
Estados Unidos, del que México depende tanto en comercio exterior como en inversiones, tendrá un crecimiento del PIB este año de 2.9 por ciento, menor en 2 décimas al registrado en 2010.
Nuevas preocupaciones
La economía mundial sigue en recuperación, en términos generales y según lo previsto, consideró el FMI. El temor de que hubiera una recesión después de la registrada en 2009 no se ha hecho realidad, aunque hay nuevos motivos de preocupación, apuntó.
Lo que despierta temor ahora son los precios de las materias primas, que han subido más de lo previsto a consecuencia de un vigoroso aumento de la demanda, sumado a choques de oferta (como la pérdida o disminución de cosechas por fenómenos climáticos). Aunque estos aumentos llevan a pensar en la estanflación (estancamiento económico con inflación) de la década de 1970, parece poco probable que descarrilen la recuperación, mencionó el organismo.
Sin embargo, dice, el reto será mayor en las economías en desarrollo, en las cuales los alimentos y los combustibles ocupan una proporción mayor del consumo, y donde las políticas monetarias suelen tener menos credibilidad.
En México, el gasto en alimentos y combustibles determina una tercera parte del índice inflacionario.
El riesgo de que los incrementos de precio de alimentos y la energía puedan iniciar una espiral inflacionaria es mucho mayor en los países en desarrollo que en las naciones económicamente avanzadas. Las familias típicamente gastan una proporción mayor de su ingreso en comida y combustibles, de acuerdo con el FMI.
Otro de los riesgos sobre los que advierte el FMI es el de los flujos de capital financiero desde los países avanzados a las naciones en desarrollo, en busca de tasas de interés más atractivas.
Los flujos de capital hacia algunos de los mayores países en desarrollo, como Brasil, China, India, Indonesia, México, Perú, Polonia y Turquía, superan en todos los casos los niveles previos a la crisis. La recuperación ha sido determinada por flujos de inversión de portafolio (en los mercados financieros), con una decreciente proporción de inversión directa. Esto marca una diferencia respecto de la experiencia previa y puede acrecentar el riesgo de inestabilidad a futuro, incluida una salida de capitales, señala.

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