Recuperación Económica en México ante el Covid – 19: una mirada no convencional (ingresos tributarios y desempleo)


Fernando Hernández Pérez [1]
Idalia Guadalupe Ruiz Aguilar [2]
13 de abril de 2020.

La propuesta de recuperación económica a la pandemia del Covid – 19, propuesta por el gobierno de México ha generado una discrepancia en una parte de la sociedad mexicana, tanto en la academia como en el sector empresarial. Este último, demanda la aplicación de estímulos fiscales que permita enfrentar las secuelas de la crisis. Sin embargo, la respuesta del gobierno va en sentido contrario de dichas propuestas.
            El presente documento realiza una revisión de los ingresos tributarios y su relación con la tasa de desocupación para conocer la situación financiera del gobierno federal y tratar de entender el sentido de su propuesta económica. El documento costa de cinco apartados que se desarrollan de la siguiente forma:
En el primero se hace una revisión de los retos que tienen los estados naciones, y en particular México ante la pandemia y la estrategia que implementa el gobierno para hacer frente a este reto. En el segundo, hace una revisión de los ingresos tributarios del gobierno federal, a través del Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto al Valor Agregado (IVA) e Impuesto Especial sobre Producción y Servicio (IEPS), que tienen una participación del 90 por ciento en los ingresos federales.
En el tercero, se presenta la contribución real tributaria del primer trimestre 2019 con respecto al primer trimestre del periodo anterior 2010. El cuarto, muestra el comportamiento cíclico que presenta la recaudación tributaria con respecto a los cambios de administración federal. El quinto, describe el comportamiento de la tasa de desocupación en el primer trimestre del 2005 al primer trimestre de 2019 y se hace un comparativo con el cuarto trimestre del mismo periodo.

Rescate económico en México ante la epidemia de Covid – 19: una respuesta inusual

En esta contingencia todos los Estados Naciones, y el mexicano no es la excepción, tienen un reto mayor para hacer frente la crisis de salud que representa la pandemia del Covid – 19. La crisis de salud, se suma a las crisis existentes previamente como son la; económica, del medio ambiente y desigualdad, existentes en todas las regiones del planeta.
La llegada del Covid – 19 a todos los rincones del planeta ha puesto en jaque a todas las naciones desarrolladas, en vías de desarrollo o subdesarrollo, pues el reto de impedir una crisis humanitaria depende de la capacidad de los gobiernos para hacer frente a la enorme demanda de salud hospitalaria y adquirir los insumos médicos necesarios para controlar el avance de la pandemia. 
Ante el avance del Covid – 19 por todas las regiones del mundo los gobiernos nacionales se han enfrentado a la disyuntiva de cómo atender los frentes de batallas, la salud y la economía. Este dilema ha generado una serie de cuestionamientos al interior de cada nación sobre el cómo los gobiernos deben hacer frente esta contingencia de salud y económica, algunos han propuesto echar mano a las políticas fiscales, a través de la condonación de impuestos y el aumento de la deuda pública.
El domingo 5 de abril de 2020, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador presentó una propuesta de recuperación económica para sortear los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia Covid – 19. La propuesta presentada por el presidente generó una serie de críticas y denotaciones sobre él, argumentando el desconocimiento y la sobre estimación del tamaño de la crisis.
La inmensa mayoría de empresarios y actores políticos esperaban una propuesta de política fiscal basada en la condonación de impuestos y otros más esperaban un paquete económico de subsidios. Sin embargo, la propuesta presidencial gira en torno a tres ejes: a) Consolidación de la inversión pública, principalmente en los proyectos sexenal (Tren Maya, Aeropuerto Felipe Ángeles y Refinería Dos Bocas); b) Pleno Empleo, que consiste en establecer créditos y apoyos a los pequeños negocios como tienditas, taquerías, etc. Así como sostener y ampliar los programas sociales denominados de Bienestar; y c) la austeridad republicana, en términos de él, es mantener el combate a la corrupción y disminución de salarios de altos funcionarios.
Pese a todas las criticas el gobierno mexicano ha puesto en marcha un plan de rescate a través de apoyar a los que menos tienen, por medio de transacciones de los programas sociales y financiamiento a pequeños negocios, que se estima hasta un millón de pesos a través de créditos de 25, 000 pesos por cada solicitante.
Además, el gobierno federal ha recurrido al llamado a las empresas que tienen adeudo ante la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SH y CP) a que cumplan con sus obligaciones, ya que se estima que existe un adeudo de 50 mil millones de pesos. Ante este adeudo, el gobierno hace un llamado los morosos a cumplir con sus obligaciones fiscales y lo recabado se utilizará para financiar pequeñas y medianas empresas (Pymes). [3]
Aunque el paquete de rescate económico que anunció el gobierno mexicano se encuentran en una polémica social en el sector empresario y político del país, El gobierno ha seguido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que al momento de declarar al Covid – 19 como una pandemia, insto a los gobiernos nacionales a establecer una estrategia de protección a los más vulnerables y a la protección de la pérdida de empleo y salario que se generalizará en todo el planeta. Además, la OMS detectó tres problemas que enfrentarían los países:
a)     Falta de Capacidad
b)    Falta de Recursos
c)     Falta de Determinación
Estos problemas se reflejarían en la economía y en la sociedad, por lo que OMS convocó a los países a establecer un equilibrio entre la salud y los trastornos económicos y sociales que provocará la pandemia, así como realizar aislamientos, pruebas, tratamiento y rastreos de todos los contactos existentes en el caso con el fin de evitar la propagación del virus. [4]

Recaudación tributaria en México 2010 - 2020

La forma de obtener ingreso del gobierno mexicano para financiar el gasto social y sostener los programas sociales es a través de la recaudación tributaria, a través de tres rubros específicos: A) el Impuesto Sobre la Renta (ISR); B) Impuesto al Valor Agregado (IVA) e Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, que son los que aportan un aproximado del 90 por ciento de ingresos al gobierno mexicano.
En términos absolutos, la dependencia del gobierno mexicano en estos tres tipos de impuesto ha venido al alza, tal como se puede apreciar al realizar un comparativo del primer trimestre de 2010 al primer trimestre de 2020. En el periodo de 2010, la dependencia económica en estos impuestos es del 85. 80 por ciento. Pero esta participación cambia a partir del 2012 con un aumento al 95 por ciento de los ingresos tributarios por la vía del  ISR, IVA y IEPS, figura 1[1].

Figura 1: Participación ISR, IVA y IEPS en los ingresos federales 2010 – 2020.


Fuente: Elaboración propia con Base de Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de 2010 a 2020.

Como se aprecia en la figura, la participación de ISR, IVA y IEPS en los ingresos totales son de más del 90 por ciento. En el caso de Otros Ingresos incluyendo la actividad de Exploración y Extracción de Hidrocarburos, además de las Importaciones e Impuestos sobre Automóviles Nuevos, que forman el grupo de otros impuestos (OIIH). Este grupo de otros impuestos a partir del 2012 solo representan del 10 por ciento de los ingresos totales del gobierno federal, y llama a la atención que en el 2010 tuvieron una participación de 14.20 por ciento.
La disminución de los primeros impuestos (ISR e IVA) en los ingresos del estado mexicano tendrá una repercusión directa para hacer frete a la contingencia de salud, debido que estos dos impuestos tienen una participación del 85 por ciento. La figura 2, muestra la dependencia del gobierno federal en la captación de ingresos a través el ISR, y representa el 50 por ciento del ingreso por la vía tributaria.

Figura 2: Participación de ISR, IVA y IEPS en los ingresos federales 1T - 2010 - 2020
Fuente: Elaboración propia con Base de Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de 2010 a 2020.

Ante el escenario de la crisis de salud y de productividad que hoy se presenta en todos los países, y México no es la excepción, el dilema se hace cada vez presente de cómo enfrentar la caída de ingresos por la vía fiscal, y en específico a través de la renta, si estos van a tener una caída entre 30 o 40 por ciento. Como se observa en la figura, si el gobierno deja de percibir el ISR, tendrá una caída drástica en el ingreso y por ello una repercusión en la capacidad de atender la crisis sanitaria que demanda la atención inmediata.
Una forma de compensar la caída de los ingresos por la vía del ISR, es a través de mantener la captación del IVA, que tiene una participación de 30 por ciento en los ingresos federales, esta estrategia puede mitigar la drástica caída que tendrán los ingresos por el ISR. No podemos olvidar que los estragos de la pandemia no serán inmediatos, sino que el proceso de recuperación social, económica y de salud será a largo plazo por lo que es conveniente pensar cómo se va afrontar la crisis económica, de desigualdad, el medio ambiente y ahora la salud.
A mediano plazo, los ingresos fiscales del gobierno se van a contraer aún más en la medida que avance la pandemia, en palabras del consejo técnico de salud del estado mexicano, esta se puede extender hasta finales de mayo o principios de junio. En este sentido, el escenario para el gobierno federal no es nada sencillo porque tiene que hacer frente a dos escenarios urgentes: la atención y fortalecimiento de los sistemas de salud para el tratamiento del Covid – 19, y sostener los programas sociales, que pueden ser un paliativo al corto plazo para hacer frente a la crisis de la pérdida de empleos por consecuencia del Covid -19


Los impuestos frente al cambio de Administración y la pandemia del Covid - 19.

El análisis de los datos comparativos en términos de participación de los impuestos en los ingresos tributarios del gobierno federal, encontramos un comportamiento inusual un año antes del cambio de administración, tal como se aprecia en la Figura 3. Se observa que en el primer trimestre de 2012 con una participación de – 7. 37 por ciento, este año significó el inicio de la administración federal 2012 – 2018, situación que se aprecia en el cambio de 2018 – 2024 en donde se tiene una captación de 1.69 por ciento. Sin embargo, en el 2017, año previo al cambio de la administración federal, la captación de ingresos por la vía tributaria se contrajo en – 3. 51 por ciento.
Después de este comportamiento atípico, vemos como el 2015 es el año con mayor captación de ingresos por la vía tributaria con 33.42 por ciento, lo que muestra como el mejor año para el gobierno en ingresos tributarios. Sin embargo, en el primer año de la administración federal 2018 – 2024 se aprecia como un inicio complicado, ya que solo ha tenido una captación de 5.07 por ciento en el 2019. Este comienzo está marcado por las condiciones económicas externas, que reflejan la contracción de la economía global.
En el primer trimestre de 2020, se aprecia un incremento en la captación de ingresos tributarios, ya que en términos reales está en 13. 10 por ciento, lo que le permite enfrentar con recursos la actual crisis sanitaria. Sin embargo, dicha bonanza no se sostendrá en el mediano plazo debido a la exigencia de salud que demanda la pandemia y que para el caso mexicano el sistema de salud no está en buen estado producto de la consolidación de las políticas económicas neoliberales.

Figura 3: Variación Real en recaudación de ingresos del gobierno federal con respecto al periodo anterior 1T- 2010 – 2020

Fuente: Elaboración propia con Base de Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de 2010 a 2020.
   
            La bonanza del primer trimestre del 2020, representa un buen inicio para el gobierno federal, y consolida su estrategia de combate a la corrupción, principalmente en el tema de evasión fiscal. Tal como lo sostiene la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SH y CP): “El rubro de Accesorios, que está conformado principalmente por multas, recargos y actualizaciones, aumentó un 76 % al pasar de 7 miles de millones de pesos, durante el primer trimestre de 2019, a 13 mmdp de enero a marzo de 2020. Del total de recaudación del primer trimestre de 2020, 56 mmdp se obtuvieron por acciones de fiscalización, cifra superior a la de 2019 que fue de 25 mmdp [5].
Esta bonaza de los ingresos tributarios del gobierno federal no resentirán el embate económico que trae consigo el Covid – 19, debido a medida que avanza la pandemia, la economía mexicana se ira contrayendo cada vez más. Sin embargo, la apuesta del gobierno federal a implementar un plan de reactivación económica adverso a la mirada dominante de la economía puede generar una esperanza para mantener la captación de ciertos ingresos a través del valor agregado.
El paquete de reactivación económica va en caminado a impulsar el consumo de la población mexicana, y no a la producción. Es por ello que dicha propuesta ha recibido una serie de cuestionamiento por parte del sector empresarial. La lógica de impulsar el consumo por la vía de los programas sociales y el financiamiento de las pequeñas empresas locales puede ser una estrategia a corto plazo para mitigar los efectos de desigualdad que existen en el país.

El Desempleo en tiempos de Covid – 19.

El impacto social de la pandemia Covid – 19 ha puesto de manifiesto la resistencia y la colaboración de la sociedad en su conjunto, como son los trabajadores, empresarios y gobiernos. En la parte de los trabajadores, ellos tienen que hacer una resistencia por la falta de ingreso y la pérdida de los salarios por una cuarentena obligatoria. Estar en esta situación pone al trabajador en estado de vulnerabilidad, no se puede olvidar que la fuerza de trabajo en este sistema tiene tres condiciones determinadas: a) se consume antes; b) se paga después y, c) no puede estar fuera del proceso de producción.

En México existe una población total de 126, 371, 358 mexicanos, y de los cuales, 95, 405, 581 se encuentran en el rango de 15 años y más, que representa el 75.50 por ciento, situación que muestra que la población en el país es relativamente joven. Del total de la población de 15 años y más, el 45. 60 por ciento corresponde a la Población Económicamente Activa (PEA), que representa 57, 625, 521 de mexicanos, del cual representa el 44.06 por ciento del total de los mexicanos, según el cuarto trimestre ENOE 2019 [6], mientras que el 55. 94 por ciento del total de los mexicanos se encuentra en las actividades informales.
Del total de la PEA, 55, 683, 450 mexicanos se encuentran ocupados, lo cual, corresponde el 96.63 por ciento. Mientras que el 3.37 se encuentra desocupada, lo que representa 1, 942, 071 mexicanos desocupados. Realizando un comparativo con respecto al cuarto trimestre de 2018, este presenta una variación de 0.11 por ciento, que representa un incremento de 113, 480 personas desocupadas, Figura 4.

Figura 4: Tasa de variación de desocupación: 1 y 4 trimestre 205 – 2019.


Fuente: Elaboración propia con Base del INEGI, y Banco de Información Económica de 2005 a 2019.

Analizando la figura, se observa el primer trimestre 2006 tiene una disminución en la tasa de desocupación, con ello un aumento en la tasa de ocupación, sin embargo, en el 4 trimestre del mismo año, se presenta una pérdida de empleo y por ende un incremento en la tasa de desocupación. Además, se puede apreciar que en los dos trimestres del 2009 existe un aumento en la tasa de desocupación que corresponde al periodo de la crisis financiera internacional que tuvo repercusiones directas en el empleo.
El pico más alto en la figura, muestra el aumento de la tasa de desocupación 1.23 por ciento en el primer trimestre y 1.05 por ciento en el cuarto trimestre. En el primero representa un incremento en la población desocupada de 549,289 personas y en el cuarto trimestre 605, 117 desempleados en el 2009.  En el cuarto trimestre del 2019, la tasa de desocupación se sitúa en 3.37 por ciento con respecto a la población económicamente activa, lo cual, representa a 1, 942, 071 personas desempleadas, y como se aprecia en la figura tiene una tendencia de mayor desocupación. Es decir, México se enfrenta a la pandemia del Covid – 19 con una pérdida de empleos.
La comparación entre el cuarto trimestre de 2018 y 2019, la tasa de desocupación tiene una variación del 0.11 por ciento, lo que significa una pérdida de 113, 480 empleos formales, que se suman a los 346 mil 878 empleos, que se han perdido en México, antes de la segunda fase del Covid – 219, estos empleos se perdieron de las semanas de 13 de marzo al 6 de abril de 2020. [7]
En términos reales, México perdió 460, 358 empleos del cuarto trimestre del 2019 al 4 de abril de 2020. Este último, es el comienzo de la fase de confinamiento la pandemia del Covid – 19. La pérdida de empleos tiene una repercusión directa en la pérdida de salario de los trabajadores, que en esta contingencia aumentara la brecha de desigualdad en el país. Mientras por el otro lado, en México el sector empresarial solicita la condonación de impuestos, y la implementación de un rescate fiscal, que permita transitar la crisis.
Pero ante el actual escenario económico y social es necesario hacer un balance, si el rescate fiscal puede ser en estos momentos o esperar mediano plazo para conocer los efectos reales de la pandemia y con ello determinar la estrategia a seguir, ya que si se dejan de pagar impuestos el Estado no tendrá los recursos financieros necesarios para atender la creciente demanda de salud, tanto hospitalaria como de atención médica. Mucho menos insumos para los médicos o para la realización de pruebas masivas, que permitan atender y contener el saldo negativo de la pandemia.

Conclusiones Generales

En el primer trimestre de 2012, los impuestos tributarios en México son negativos con un saldo de -7.37 por ciento en términos reales con respecto al periodo anterior, y con lo que respecta a la tasa de desocupación tiene una disminución de – 0. 26 por ciento en el primer trimestre de 2012. En este periodo, que además es de transición de la administración federal, se observa que hay una disminución del desempleo y por ende un aumento en el empleo, pero los ingresos del gobierno caen abruptamente.
En el mismo periodo, pero en 2015, el ingreso tributario del gobierno federal tiene una participación de 33.42 por ciento con respecto al periodo anterior, y en el mismo periodo la tasa de desocupación se sitúo en -0.63 por ciento. Lo que muestra que los ingresos tributarios del gobierno van en concordancia con la disminución de la tasa de desempleo. Es decir, un incremento en los ingresos del gobierno responde al aumento del empleo y por ende a la productividad.
Tomando en cuenta el periodo de cambio de administración federal, los ingresos tributarios presentan un comportamiento cíclico a la baja, lo mismo que la tasa de desempleo, lo que deja claro este último, que cada cambio de administración se crean empleos, pero no se reflejan en los impuestos tributarios. La administración federal 2018 – 2024, ha puesto énfasis en la revisión en las declaraciones fiscales de las personas físicas y morales, que ha llevado a exigir el pago de ingresos no declarados.
En términos generales, el panorama que enfrenta el estado mexicano no es nada alentador, debido a que la pandemia del Covid – 19 ha puesto en jaque al gobierno federal porque tiene responder en tres frentes:
Primero, atender la demanda de salud, ante un sistema de salud desarticulado por el predominio de la privatización impuesta por el modelo neoliberal. Segundo, atender la pérdida de empleos y salarios de la población que se encuentra en cuarentena y garantizar que la población se quede confinada, porque la desesperación de los trabajadores puede romper la cuarentena y con ello aumentar los casos de contagio Covid – 19 que recaerá en el colapso del sistema de salud. Tercero, lograr que los empresarios comprendan la importancia de colaborar y sumarse al esfuerzo de garantizar los ingresos tributarios al gobierno federal y los empleos a los trabajadores.
En otras palabras, según las evidencias se necesita un pacto social urgente entre gobierno, empresas y trabajadores que permita atender la contingencia de salud provocada por la pandemia del Covid – 19, si se desea rescatar la economía y salir adelante todos. De no ser así, la situación económica y social se deteriora aún más. No se puede negar que la situación económica cada vez más se encuentra dañada y la demanda de salud va en incremento, ante este escenario el gobierno requiere de recursos financieros que le permita hacer frente a este reto.
No podemos olvidar que la economía mundial desde el 2019 ya mostraba signos de recesión y que antes de la pandemia ya se pronosticaba la pérdida de 25 millones de puestos de trabajos alrededor del mundo, según datos de la OIT. Esta pérdida de empleos aumenta más la brecha de desigualdad. Sin embargo, la pandemia pone a prueba a la sociedad en su conjunto, ya que se puede especular con la caída de la ganancia, la desigualdad, pero menos con la vida de cada persona, y la pandemia afecta por igual a todos los individuos sin importar los estatus sociales. Ante ello, se presenta el reto de anteponer los interés colectivos sobre los individuales, en otras palabras es aprender a vivir en sociedad.

Fuente de Consulta
[1] Fernando Hernández Pérez, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, ferher8@hotmail.com
[2] Idalia Guadalupe Ruiz Aguilar, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, aguilarruiz_ida@hotmail.com
 [6] INEGI, Banco de Información Económica. 2020, Población de 15 años y más, trimestral, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.


[1] Se muestra una caída en el primer trimestre de 2020, debido a que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer el total de la captación de ingresos por la vía tributaría y no lo presentó de manera desglasada por rubros. Pero deja ver claramente, que va suceder si existe una contracción por el ISR, IVA y IEPS en el 2020.

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