Población mexicana vulnerable en la contingencia
Carlos Alberto Flores Quiroz[1]
La pandemia causada por
el virus “SARS-CoV-2” ha provocado la parálisis de buena parte de las
actividades económicas del país. Pese a ello, muchas personas en situación de
vulnerabilidad continúan laborando.
Sin embargo, con la
decretada fase III de la cuarentena y a medida que el número de contagios
aumente, la economía doméstica entrará en un estado crítico. Es por ello que,
en el presente escrito, se busca delimitar cual y de qué tamaño es la población
que más podría sufrir los estragos de esta parálisis en México.
1.
Población vulnerable
La Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en un primer comunicado ha estimado que, con el
paro de actividades, habrá un aumento en el desempleo mundial de entre 5.3 a 24.7
millones de personas en 2020[2]. En un segundo comunicado,
se estimó que en el corto plazo habrá una reducción de 6.7% en las horas
trabajadas en el mundo, equivalente a 195 millones de trabajadores de tiempo
completo[3].
La reducción de los ingresos en los hogares
provocará un aumento en el número de personas que se encuentren en situación de
pobreza. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), calcula
que en la región hay cerca de 209.5 millones de personas en pobreza y 82.6
millones en pobreza extrema[4]. Ante la actual crisis,
estas cifras podrían aumentar en un 3.5% y 2.3% respectivamente.
En México la población
vulnerable se conforma de las personas que forzosamente tienen que salir de
casa para no perder ingresos para el hogar, que no tienen una protección social
(v.gr., seguro médico, prestaciones de ley, etc.)[5] Y que están dentro de los niveles de pobreza
por ingresos que establece el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL). En este sentido, las personas de la tercera edad y
la población que tienen actividades en el sector informal de la economía son
las personas más afectadas.
En México, hasta el
último trimestre de 2019 existían 57.6 millones de personas en condiciones de
trabajar, es decir que están entre los 15 y los 64 años. A esta población se le
conoce como Población Económicamente Activa (PEA), de este segmento, se pueden
identificar a las personas que están laborando y a las que no lo están[6]. La PEA al conformar la
fuerza de trabajo y una fuente de consumo es fundamental para el crecimiento
del país.
Ante esto, es importante
destacar que 31.3 millones de personas trabajan en el sector informal, toda
esta población llenaría 358 veces el estadio “Azteca”. La informalidad en
México se describe en la ENOE, como la práctica de actividad económica que no
lleva registros contables y que no paga impuestos. La dimensión de este sector
representa una importante fuerza de trabajo que no tiene prestaciones sociales,
por tanto, si se frena la actividad económica, se frenan sus ingresos[7].
Es decir, la pobreza es
una condición que va sumamente ligada a la informalidad, en primer lugar, por
el nivel de educación de la población y en un segundo, por la falta de empleos
formales bien remunerados en México[8].
2.
La importancia de buscar ingresos en medio de una contingencia
Es importante destacar
que, para que una persona se considere dentro del umbral de pobreza por
ingresos debe de tener ingresos suficientes para pagar una canasta alimentaria
y no alimentaria, es decir, se tienen que ganar $3 mil 195 pesos al mes o
menos, si se encuentra en un entorno urbano o $2 mil 071 pesos o menos si
reside en un entorno rural, es decir, se necesitan un mínimo de $54.11 pesos
diarios para comprar la canasta alimentaria diaria en un entorno urbano y
$38.58 pesos en un entorno rural.
La canasta no
alimentaria, se define como los gastos que una persona hace para el sustento en
cuidados de salud, transporte, vivienda, prendas de vestir, educación, cultura
y recreación. Estos montos corresponden al valor de la canasta alimentaria a
enero del año 2020[1].
Lamentablemente en
México, el 37.3% de la población tiene ingresos por debajo de los $3 mil 500
pesos al mes, esto quiere decir que 47.1 millones de personas, no alcanzan a
cubrir el costo de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria, y por
tanto se encuentran en situación de pobreza por ingresos según datos de CONEVAL
para el último trimestre del año 2019.
En la gráfica 1 se puede
observar el porcentaje de la población que tiene ingresos inferiores al costo
de la canasta alimentaria[2]. Es de esperar que, en el
presente trimestre, aumente el porcentaje de la población con pobreza por
ingresos debido a la parálisis de la economía en su conjunto.
Gráfica 1. Porcentaje de la población mexicana con ingresos por debajo
del costo de la canasta alimentaria (2005 – 2019).
Fuente: Coneval, 2020.
Con datos del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen poco más de 11 millones de
personas que trabajan y perciben hasta un salario mínimo y 3.36 millones de
personas que no perciben ingresos por su trabajo.
Aunado a esto, la
población más vulnerable ante la pandemia, que son los adultos mayores,
encuentra motivos para salir a trabajar. Datos de CONEVAL, revelan que
el 27.4 por ciento de las personas que tienen 65 años o más se
encuentran laborando[1].
3. Consideraciones
Finales
La población
mexicana se encuentra en un entorno adverso para enfrentar una pandemia. La
necesidad de generar ingresos en los hogares es de tal magnitud que no se
pueden atender las medidas sanitarias indicadas. Y aunque la decisión es dura,
es menester llevar un sustento a los hogares.
A pesar de
que el número de casos en México no es elevado con respecto a los países que
son focos de infección, ahora en la fase III de la contingencia, se espera que
en las próximas semanas se registre el número más alto de contagios y entonces
el paro de actividades será más alarmante.
Las acciones
emprendidas por el gobierno mexicano, han sido modestas y muy cautelosas a
comparación de otros países de la región de América Latina. Es necesario que
las autoridades gubernamentales, tengan mano visible para apoyar a la población
más vulnerable y que mientras dure el paro, familias y empresas tengan medios
para la subsistencia y no se vean forzadas a romper las medidas sanitarias para
buscar ingreso.
[1]
La canasta Alimentaria indica los alimentos suficientes para cumplir las
necesidades de un hogar promedio. Coneval, calcula la canasta alimentaria por
persona del hogar dado su consumo y su costo. Esta canasta alimentaria, incluye
el consumo de alimentos de todos los grupos alimenticios.
[1] Martínez,
J. F., 2005. El sector informal en México. El cotidiano , s/n(130), pp. 31-45.
[2] CONEVAL,
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2020. [En
línea] Available at: https://www.coneval.org.mx/Paginas/principal.aspx
[último acceso: 05 04 2020].
[1] Licenciado
en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente se
desempeña en la Auditoría Superior de la Federación y en Proyectos de
Investigación por parte de la misma institución.
[2] OIT, 2020. COVID-19 and the world of
work: Impact and policy responses. 1rst Edition. [En línea] Available
at: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/documents/briefingnote/wcms_738753.pdf [Último acceso: 20 04 2020]
[3] OIT,
2020. Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones
actualizadas y análisis. 2da edición. [En línea] Available at: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/documents/briefingnote/wcms_740981.pdf
[Último acceso: 19 04 2020]
[4] Estimaciones
para 18 países de América Latina.
[5] CEPAL,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. America Latina y el Caribe
ante la pandemia del COVID-19 Efectos económicos y Sociales, 2020. [En línea]
Available at: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45337/4/S2000264_es.pdf
[6] Se
excluyen de este apartado a doctores, enfermeras y personas dedicadas al
tratamiento médico, así como a personas que trabajan en el sector público y que
es indispensable su presencia.
[7] Heat
, J. Lo que indican los indicadores: cómo utilizar la información estadística
para entender la realidad económica de México, 2012 Primera ed. Ciudad de
México: INEGI.
[8] INEGI,
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2020. [En línea] Available at: https://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
[Último acceso: 04 04 2020].
2.
La importancia de buscar ingresos en medio de una contingencia
Es importante destacar
que, para que una persona se considere dentro del umbral de pobreza por
ingresos debe de tener ingresos suficientes para pagar una canasta alimentaria
y no alimentaria, es decir, se tienen que ganar $3 mil 195 pesos al mes o
menos, si se encuentra en un entorno urbano o $2 mil 071 pesos o menos si
reside en un entorno rural, es decir, se necesitan un mínimo de $54.11 pesos
diarios para comprar la canasta alimentaria diaria en un entorno urbano y
$38.58 pesos en un entorno rural.
La canasta no
alimentaria, se define como los gastos que una persona hace para el sustento en
cuidados de salud, transporte, vivienda, prendas de vestir, educación, cultura
y recreación. Estos montos corresponden al valor de la canasta alimentaria a
enero del año 2020[1].
Lamentablemente en
México, el 37.3% de la población tiene ingresos por debajo de los $3 mil 500
pesos al mes, esto quiere decir que 47.1 millones de personas, no alcanzan a
cubrir el costo de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria, y por
tanto se encuentran en situación de pobreza por ingresos según datos de CONEVAL
para el último trimestre del año 2019.
En la gráfica 1 se puede
observar el porcentaje de la población que tiene ingresos inferiores al costo
de la canasta alimentaria[2]. Es de esperar que, en el
presente trimestre, aumente el porcentaje de la población con pobreza por
ingresos debido a la parálisis de la economía en su conjunto.
Gráfica 1. Porcentaje de la población mexicana con ingresos por debajo
del costo de la canasta alimentaria (2005 – 2019).
Fuente: Coneval, 2020.
Con datos del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen poco más de 11 millones de
personas que trabajan y perciben hasta un salario mínimo y 3.36 millones de
personas que no perciben ingresos por su trabajo.
Aunado a esto, la
población más vulnerable ante la pandemia, que son los adultos mayores,
encuentra motivos para salir a trabajar. Datos de CONEVAL, revelan que
el 27.4 por ciento de las personas que tienen 65 años o más se
encuentran laborando[1].
3. Consideraciones
Finales
La población
mexicana se encuentra en un entorno adverso para enfrentar una pandemia. La
necesidad de generar ingresos en los hogares es de tal magnitud que no se
pueden atender las medidas sanitarias indicadas. Y aunque la decisión es dura,
es menester llevar un sustento a los hogares.
A pesar de
que el número de casos en México no es elevado con respecto a los países que
son focos de infección, ahora en la fase III de la contingencia, se espera que
en las próximas semanas se registre el número más alto de contagios y entonces
el paro de actividades será más alarmante.
Las acciones
emprendidas por el gobierno mexicano, han sido modestas y muy cautelosas a
comparación de otros países de la región de América Latina. Es necesario que
las autoridades gubernamentales, tengan mano visible para apoyar a la población
más vulnerable y que mientras dure el paro, familias y empresas tengan medios
para la subsistencia y no se vean forzadas a romper las medidas sanitarias para
buscar ingreso.
[1]
La canasta Alimentaria indica los alimentos suficientes para cumplir las
necesidades de un hogar promedio. Coneval, calcula la canasta alimentaria por
persona del hogar dado su consumo y su costo. Esta canasta alimentaria, incluye
el consumo de alimentos de todos los grupos alimenticios.
[1] Martínez,
J. F., 2005. El sector informal en México. El cotidiano , s/n(130), pp. 31-45.
[2] CONEVAL,
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2020. [En
línea] Available at: https://www.coneval.org.mx/Paginas/principal.aspx
[último acceso: 05 04 2020].
[1] Licenciado
en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente se
desempeña en la Auditoría Superior de la Federación y en Proyectos de
Investigación por parte de la misma institución.
[2] OIT, 2020. COVID-19 and the world of
work: Impact and policy responses. 1rst Edition. [En línea] Available
at: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/documents/briefingnote/wcms_738753.pdf [Último acceso: 20 04 2020]
[3] OIT,
2020. Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones
actualizadas y análisis. 2da edición. [En línea] Available at: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/documents/briefingnote/wcms_740981.pdf
[Último acceso: 19 04 2020]
[4] Estimaciones
para 18 países de América Latina.
[5] CEPAL,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. America Latina y el Caribe
ante la pandemia del COVID-19 Efectos económicos y Sociales, 2020. [En línea]
Available at: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45337/4/S2000264_es.pdf
[6] Se
excluyen de este apartado a doctores, enfermeras y personas dedicadas al
tratamiento médico, así como a personas que trabajan en el sector público y que
es indispensable su presencia.
[7] Heat
, J. Lo que indican los indicadores: cómo utilizar la información estadística
para entender la realidad económica de México, 2012 Primera ed. Ciudad de
México: INEGI.
[8] INEGI,
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2020. [En línea] Available at: https://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
[Último acceso: 04 04 2020].
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