ASÍ VAMOS… MÉXICO Y SU CULTURA MESTIZA

Juan Castaingts Teillery Profesor investigador UAM-I

Los mexicanos somos el producto de la Conquista y que fue un acontecimiento brutal que tuvo como resultado una explotación feroz de las poblaciones originarias. Los mexicanos quedamos marcados por este trauma fundador. La Independencia y la Revolución que hoy celebramos, son consecuencia de este acontecimiento fundador.

Las sociedades configuran una memoria autobiográfica colectiva y son el producto de ella. En esta memoria hay vivencias colectivas, ideas históricas, mitos y creencias. El mestizaje aun lo vivimos como el resultado de un acto cruel y violento: la mujer indígena fue chingada lo mismo que la mestiza.

Hay muchas características del mestizaje. Presentemos tres de ellas.

1. Lo Indígena y lo español.

La cultura mestiza es compleja. Mencionemos sólo tres de sus elementos. La primera característica comprende la exaltación exuberante y grandiosa que solemos hacer los mexicanos de nuestra cultura indígena anterior a la colonia. Hay grandezas en las viejas culturas mesoamericanas, pero lo particular del mestizaje mexicano es que en la actualidad, no solamente se realiza una importante apropiación de este pasado, sino que se hace en términos de exaltación mística y mítica. Pocos pueblos en la tierra tienen una identificación tan fuerte con un pasado de hace 5 siglos. Al mismo tiempo que se exalta el pasado mesoamericano, se vive una cultura de desprecio hacia el indio vivo; el contraste en la vivencia cultural entre el indio muerto y lejano y el indio vivo y cercano es una de nuestras relaciones casi brutales que nos determinan.

La segunda característica, se establece en esa relación profundamente ambivalente que se tiene frente a lo español. Es difícil concentrar tanto odio como el que expresa la palabra "gachupín", ni siquiera la palabra "gringo" alcanza esta connotación; pero al mismo tiempo lo español refleja una relación de veneración, de deseo y de meta a lograr. En lo español reflejamos un conjunto de fuertes pasiones encontradas.

La tercera se basa en la ignorancia y casi indiferencia con que se vive la otra matriz cultural que determina nuestros orígenes mestizos: nuestra herencia negra.

2. La virgen de Guadalupe.

La virgen de Guadalupe es uno de los símbolos claves de nuestra identidad.

La Guadalupana es una imagen que expresa el sincretismo entre varias relaciones simbólicas muy importantes: entre la Tonantzin y las vírgenes católicas, entre lo concreto de la luna y lo abstracto de las deidades católicas y ha hecho posible que el indígena y el mestizo de estas tierras pudiesen tener una comunicación con el dios español, por medio de un símbolo que no pasa por la mediación de la clerecía española. Por eso, la virgen de Guadalupe marca la posibilidad de existencia simbólica a los nativos mexicanos; existencia culturalmente válida, puesto que se expresa en los términos de la identidad religiosa de las nuevas creencias dominantes. Es además, la figura de la madre deificada en un mundo de violaciones a las mujeres indígenas bajo el cual, se origina el nacimiento tanto biológico como simbólico y cultural del mundo mestizo.

3. La religión profana. El laicismo, lo republicano y la Revolución.

Se tiene una religión profana muy arraigada.

El laicismo ya es aceptado por una buena mayoría como parte integrante de nuestra sociedad. Se discute qué tipo de laicismo debemos aplicar pero la sociedad laicista se acepta como un hecho: una sociedad civil autónoma que se determina a sí misma en términos profanos y no religiosos y que es respetuosa a todo tipo de creencias religiosas.

La herencia republicana se encuentra fincada en el liberalismo que florece en el período posterior a la independencia y que es profundamente diferente al neoliberalismo dominante en la actualidad. En él se establece la presencia de un estado republicano, laico, con división de poderes, respeto al individuo y a la diversidad cultural existente. Las aspiraciones casi siempre malogradas de la democracia y la libertad que surgen desde la Independencia, que cobran vida en la Reforma y en la lucha contra el Imperio y que se extienden en las frases de la Revolución tan arraigadas en el alma mexicana como lo son: "Tierra y Libertad" o bien "Sufragio Efectivo, No Reelección".

La religión profana mexicana con sus mitos, creencias y ritos, se ha forjado principalmente en las grandes epopeyas en la que se ha construido nuestra actual república. Naturalmente la Revolución Mexicana ha dejado una huella muy profunda. Tenemos héroes y leyendas en donde se confunden el mito con la historia.

castaingts42-juan@yahoo.com.mx

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